Un vistazo a cómo la tecnología del futuro puede mejorar a los humanos (o convertirle a usted en un ciborg)

Elon Musk ha argumentado que los seres humanos ya son ciborgs, y en cierto sentido, es cierto. Utilizamos la tecnología para ampliar nuestras facultades mentales y físicas a diario, y aunque nuestros teléfonos inteligentes no están integrados directamente en nuestras manos, están más o menos unidos a nosotros. Nos guste o no, la relación entre los humanos y la tecnología se está volviendo mucho más personal, y eso sin contar los avances que se están produciendo en la ingeniería genética. Sin embargo, si es usted el tipo de persona a la que le entusiasma más que le asusta la posibilidad de convertirse en un cíborg, está de suerte: ¡ya puede empezar!

Chips RFID implantados

Si alguna vez ha tenido una mascota, es posible que haya optado por ponerle un microchip RFID bajo la piel para poder escanearla y devolverla si se pierde. Ahora, esa misma tecnología está aquí para los humanos: ya se utiliza en Suecia para desbloquear puertas y pagar viajes en tren, y algunas personas están trabajando para llevar la tecnología a la corriente principal. Ya están a la venta los chips RFID implantables, relativamente fáciles de poner y quitar, que hacen de todo, desde desbloquear el teléfono hasta controlar las constantes vitales.

Traducción en tiempo real

Los aficionados a «La guía del autoestopista galáctico», «Doctor Who», «Star Trek» y otros universos de ciencia ficción multilingües estarán familiarizados con la idea de los dispositivos de traducción en tiempo real. Sin embargo, ya no es ciencia ficción: mediante una técnica de aprendizaje automático llamada Traducción Automática Neural, Google Translate puede ahora predecir la probabilidad de que alguien diga una determinada secuencia de palabras, lo que le permite procesar y ofrecerle traducciones mientras alguien está hablando. Por ahora se necesitan auriculares con Google Assistant y un teléfono Android para que funcione, pero ahora que la tecnología está ahí fuera, su propio pez babel personal no está lejos.

Lentes de contacto inteligentes

La idea detrás de las Google Glass, integrar nuestra tecnología con nuestra experiencia visual al minuto, no era mala. Sin embargo, la ejecución no fue tan buena, por lo que algunas empresas, como Mojo Vision, creen que una lente de contacto con una pantalla directamente en el ojo podría ser más interesante para la gente. La lente de contacto más inteligente que hemos tenido hasta ahora ha sido un proyecto intermitente para controlar los niveles de glucosa de los diabéticos, pero merece la pena seguir de cerca esta tecnología.O, más exactamente, mantener esta tecnología en el ojo. Este es el tipo de dispositivo que realmente necesita la realidad aumentada para poder despegar.

Implantar nuevos sentidos

Implantarse un chip RFID es un buen primer paso para convertirse en cíborg, pero si eso no es suficiente para mejorar, ¿por qué no conseguir un sentido físico completamente nuevo? CyborgNest fabrica un sensor llamado «The North Sense» que funciona de forma bastante sencilla: se le adhiere pasando dos pequeñas varillas de titanio por debajo de la piel, y cada vez que mira hacia el norte, vibra. ¿Quiere percibir los campos magnéticos? Póngase unos pequeños imanes en los dedos (parece que es fácil convertirse en Magneto en los X-Men). Otra idea, aún no disponible comercialmente, es llevar un chaleco vibratorio que le alimenta constantemente con patrones de información, desde los mercados de valores hasta el habla humana. La filosofía que hay detrás es que si podemos ampliar nuestras percepciones del mundo que nos rodea a través de la tecnología, ¿por qué no?

Mejora de la audición

En una línea similar están los audífonos para personas que no tienen grandes problemas de audición, como Nuheara. Nuestros oídos funcionan bastante bien, pero también fallan mucho y no podemos ajustarlos a nuestras especificaciones exactas. Estos auriculares inalámbricos le permiten mezclar el sonido como quiera: bajar el ruido de fondo y subir el de la conversación, mezclar su música con el ruido del mundo exterior y hacer lo que le apetezca con el ruido que le rodea. Es bastante cibernético.

Interfaces cerebro-ordenador (BCI)

Todavía no se pueden adquirir, pero las BCI son una especie de cima de la cibernética. Las aplicaciones más comunes son para ayudar a las personas con discapacidades, como los paralíticos, los ciegos o los incapacitados de cualquier otro modo, pero toda esa investigación sobre el control de las sillas de ruedas, los exoesqueletos y los ordenadores con la mente tiene una gama muy amplia de posibles usos. Algunos están trabajando en la lectura de los pensamientos y recuerdos humanos, mientras que otros podrían facilitar la comunicación directa de cerebro a cerebro. Kernel y Neuralink, de Elon Musk, esperan desarrollar una línea de comunicación directa entre el cerebro humano y la IA en una especie de sistema de carga y descarga, que nos permita aumentar literalmente la potencia de cálculo de nuestro cerebro.

Si está pensando: «Esto podría salir mal», definitivamente tiene razón. ¿Qué pasaría si se pudiera hackear el cerebro de alguien o desarrollar algún tipo de malware para él? ¿Qué pasaría si se pudiera sacar la información del interior de su cabeza? Los beneficios potenciales son asombrosos, pero es un área muy delicada y habrá que manejarla con mucho cuidado.

La resistencia es inútil. La singularidad es inevitable.

En algún momento del futuro, podría llegar un momento en el que la línea entre el ser humano y la máquina se difumine hasta el punto de que no sepamos dónde acaba uno y empieza el otro. Sin embargo, ese cambio no se producirá de golpe. Incluso si la tecnología existiera en la actualidad, habría enormes preguntas prácticas y éticas que tendríamos que plantear y nuevas normas que crear. ¿Los gobiernos del futuro pondrán chips y rastrearán a sus ciudadanos? ¿Patrocinarán las empresas su mundo de espejos de realidad aumentada y darán forma a lo que ven? ¿Serán los cerebros tan hackeables como los ordenadores? El viaje cibernético de la humanidad ya ha comenzado, e independientemente de que quiera unirse a él, tendremos muchas preguntas interesantes que responder como especie.

Créditos de la imagen: 03-07-05_1923, Traducción a la flecha inglesa, Mensajes personalizados al entrar en una tienda, The North Sense, Figura 35 02 09

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